El modelo de desarrollo sobre la base del hiperconsumo desmedido y sin control que pretende vendernos la falsa ilusión de que las 7 mil millones de personas que hay en el planeta podemos tener el mismo nivel de despilfarro de las más opulentas sociedades occidentales, según denunciara magistralmente José (Pepe) Mujica, el presidente del Uruguay, en la Conferencia de Desarrollo Sustentable de Naciones Unidas, también conocida como Río 2012 o Río+20, tiene en la obsolescencia programada una punta de lanza.
Se conoce la obsolescencia programada como la planificación que realizan las grandes empresas buscando que la vida útil de los productos que se fabrican o los servicios que se ofrecen sea lo más corta posible para que de esta forma queden defectuosos o se vuelvan no funcionales, inútiles o inservibles en menos tiempo obligando a las personas a nuevas adquisiciones generando un ciclo interminable de comprar, usar y tirar que esta acabando con los recursos no renovables del planeta Tierra.
Aunque cualquier tipo de producto o servicio es susceptible de sufrir un acortamiento planificado de vida: las lavadoras, las neveras, los televisores, los bombillos, los vehículos y un largo etcétera, nos enfocaremos principalmente en los artículos electrónicos, tales como las impresoras, las computadoras, los teléfonos móviles, las tabletas, las aplicaciones, los sistemas operativos, los antivirus, etc.
Por eso es importante que pensemos, antes de desechar esos “viejos” teléfonos o computadoras, si realmente esos equipos cumplieron completamente su ciclo de vida útil y si no tenemos posibilidades de seguirlos utilizando hasta que realmente ya dejen de ser funcionales y no dejarnos arrastrar por modas que nos inducen a adquirir nuevos equipos tecnológicos prácticamente todos los años, aunque el que tengamos aún funcione perfectamente.
El comandante Hugo Chávez en su testamento político nos dejó en el plan de la patria el objetivo histórico numero 5 que reza: “Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana.” La mejor forma de ser leales con su legado es apropiándonos de sus ideas plasmadas allí y transformándolas en acciones contundentes que nos permitan desde los Consejos Comunales y las comunas ir construyendo fuertes movimientos ecosocialistas con nuevas prácticas que desarrollen nuevas políticas para los muchos mundos que están en construcción.
@hensaca
Caracas