El descubrimiento de potente herramienta para robar información y espiar computadoras, como el Troyano llamado Regin, el programa Prisma por el cual la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) estadounidense tiene acceso ilimitado a los servidores de grandes empresas como Google, Microsoft, Apple, Facebook o Twitter para la vigilancia total de lo que hacen cada uno de sus usuarios o virus como Stuxnet desarrollado para sabotear sistemas Scada, no dejan lugar a dudas de que nos encontramos en medio de una guerra de V generación en la que las fuerzas imperialistas, con la excusa de la lucha antiterrorista, están librando batallas sin cuartel por obtener el control total del último espacio libre que tenemos en la sociedad de la información, el internet.
Diversos autores llaman a este nuevo tipo de confrontación guerra cibernética o ciberguerra, que no es más que aprovechar la enorme expansión del internet y de las tecnologías de información y comunicación (TIC) para lanzar ataques informáticos que sean capaces de infringir daños en el terreno físico. Estados Unidos, la OTAN, China, Corea del Norte, Rusia y hasta Venezuela tienen centros completos con equipos de profesionales TIC desarrollando políticas para proteger su infraestructura vital de ataques externos y desarrollando medios de repuesta.
El más reciente capítulo de esta guerra se vio el pasado mes de diciembre con el hackeo a la empresa Sony Pictures, Estados Unidos responsabilizó a Corea del Norte y amenazó con aplicar más sanciones económicas como represalia por el ciberataque. Sin embargo John McAfee, pionero en el desarrollo de un famoso antivirus, declaro: “Sé quién hackeó Sony Pictures y no fue Corea del Norte”, lo que introduce serias dudas acerca de los autores reales del ataque dejando en evidencia el burdo aprovechamiento que hace EEUU para seguir tratando de estrangular al Gobierno norcoreano.
Ante este escenario proponemos una sólida política dirigida desde la Unasur o la Celac en firme apoyo al uso del software libre en todos los sistemas y aplicaciones críticos como un mecanismo de defensa de la soberanía y los procesos de liberación de nuestros pueblos, así como también establecer un Centro Comando de Ciberseguridad y Ciberdefensa continental para establecer tácticas conjuntas para garantizar la seguridad de nuestras redes y nuestra información.
@hensaca
Caracas
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