En su canción necesaria nuestro inmortal Alí Primera nos decía “Que el pueblo es sabio y paciente es el decir de los viejos” y en esta etapa de la Revolución Bolivariana que nos ha tocado vivir lo comprobamos en cada espacio donde el Poder Popular se ha empoderado asumiendo su rol participativo y protagónico.
En las pasadas elecciones municipales del 8 de diciembre nuestro pueblo salió a votar mayoritariamente por la opción patriótica, aun cuando el método de selección de candidatos escogido por el principal partido político de la Revolución en Venezuela no haya sido el más democrático, cuando se decantaron por la cooptación en vez de realizar consultas más amplias y plurales, como por ejemplo a través de unas primarias.
Sin embargo, como nuestro pueblo no se equivoca, nos demostró que sabe perfectamente que lo que está en juego en Venezuela no son candidaturas a alcaldes o concejales. Lo que nos estamos jugando es la posibilidad real, como nunca antes, de cristalizar los sueños de la Patria buena, donde la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad posible y la mayor suma de estabilidad política sean los principales valores que orienten la gestión de gobierno a todo nivel.
Ahora lo que nos toca como pueblo es profundizar la participación en todos los espacios de la vida nacional, construyendo con rebeldía una nueva ética para una nueva política contrahegemónica que rompa con el modelo de democracia liberal burguesa que aún se mantiene vigente en Venezuela; permitiendo la profundización de la Revolución Bolivariana mediante la instauración de un Estado democrático y social de derecho y de justicia.
La Revolución Bolivariana tiene como principal misión consolidar el surgimiento de la sociedad libre, igualitaria y soberana que desde amplios espacios de lucha y resistencia se vienen dando en diversas experiencias de organización popular en comunas y fábricas que están siendo sustentadas materialmente sobre un ejercicio de la gobernabilidad popular, la socialización de la propiedad y el desarrollo de la producción autogestionaria para trascender definitivamente con el capitalismo en todas sus formas.
Multipliquemos estas experiencias por todo el país; articulemos con ellas porque hoy más que nunca, con Alí y su sangueo para el regreso, continuamos diciendo: “Vámonos pa’llá vamos a su encuentro” porque ¡hoy tenemos Patria, que nadie se equivoque!
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