A lo largo de la historia venezolana nuestro pueblo ha estado
sometido de forma sistemática a la exclusión y el desprecio de los
grandes medios de comunicación, sobre todo durante los últimos 15 años
que alineados con la mas rancia oligarquía en contra de la Revolución
Bolivariana inútilmente creen que invisibilizándonos en sus
transmisiones y publicaciones impiden que nuestro accionar diario en
lucha constante por la liberación pueda ser utilizado como esperanza
subversivamente transformadora.
Por ello es que nuestro pueblo sabio y paciente, como diría Ali
Primera, en su alegre rebeldía siempre ha encontrado la manera de
insurgir para encontrarse, expresarse y comunicarse de las mas variadas
formas. Ahora bien en los actuales momentos contamos con poderosas
herramientas tecnológicas que pueden utilizarse para que la voz de los
que no tienen voz se multiplique y llegue a la mayor cantidad de gente
posible sin mucho esfuerzo.
Teniendo en cuenta que en los recientes hechos de violencia fascista
que desde el 12 de febrero de este año se han instaurado principalmente
en sectores privilegiados de algunas ciudades del país están siguiendo
el mismo guión y con los mismos protagonistas del golpe de abril del año
2002. Una de las principales herramientas de propaganda han sido
justamente las redes sociales como YouTube y Twitter, donde diversas
personas se han dado a la tarea de publicar videos y/o fotos tratando de
responsabilizar internacionalmente al Gobierno Nacional de hechos que
no se corresponden con la realidad, sino que son en la mayoría de los
casos, burdos montajes que han sido fácilmente desmontados por las
autoridades.
Cabe destacar que el uso de las redes sociales para generar matrices
de opinión favorables a golpes suaves, revoluciones de colores o
intervenciones extranjeras, no es casual sino que ya ha sido probado en
años recientes en países como Egipto y la llamada Primavera Árabe, entre
otros, por lo que es muy importante que nosotras y nosotros quienes
soñamos con un mundo donde quepan muchos mundos nos comencemos a
empoderar en la masificación y el uso de estas herramientas tecnológicas
y comencemos una contraofensiva digital que contribuya a que el mundo
sepa quiénes son los verdaderos promotores de la violencia en Venezuela
siguiendo la linea de Fabricio Ojeda: “Solo la lucha diaria, constante y
sistemática en todos los terrenos podrá conducirnos a la victoria” .