Desde que Edward Snowden hizo público al Prisma, el proyecto de espionaje electrónico más grande de la historia, se dejó en evidencia que nos encontramos en medio de una ciberguerra en la que el campo de batalla es la internet, los soldados se atrincheran detrás de unos teclados y las balas viajan en forma de ceros y unos, con nuevos paradigmas en la seguridad informática que rompieron con los esquemas defensivos de protección contra los atacantes para pasar a la contraofensiva.
Desde el año 2010 en Estados Unidos funciona un cibercomando (Uscybercom, por sus siglas en inglés) que planifica, coordina, sincroniza y realiza actividades para dirigir operaciones militares en el ciberespacio y la defensa de determinadas redes informáticas del Departamento de Defensa.
En el llamado Viejo Continente la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desde el año 2008 también cuenta con una infraestructura: el Centro de Excelencia Cooperativa de Ciber Defensa (Ccdcoe, por sus siglas en inglés), situado en Estonia, centrándose en las amenazas cibernéticas; la gestión del riesgo de la seguridad; la valoración de las vulnerabilidades y la continuidad de negocio de los sistemas de información y comunicaciones críticos para el funcionamiento de la OTAN; actualmente está en plena fase de desarrollo y ejercicios de “pirateo” de servidores civiles, vigilancia de las redes y ataques reales.
El ciberataque masivo y coordinado que sufrió Estonia en el año 2007 que afectó muchos de los servicios en línea públicos y privados; el descubrimiento del virus Stuxnet, el primer gusano conocido que espía y reprograma sistemas industriales Scada para permitir que los atacantes tomen el control del equipamiento físico, presuntamente desarrollado por EEUU e Isrrael para retrasar el programa nuclear iraní y, el recién descubierto virus Regin –que funciona como una compleja red de múltiples herramientas maliciosas que afectan a sistemas Windows y son capaces de recolectar pantallas de captura, copiar archivos borrados, robar contraseñas y monitorear comunicaciones digitales, incluidas llamadas de teléfonos celulares– activo desde 2008 con infecciones principalmente en Rusia, Arabia Saudita, México e Irlanda, son elementos que nos dicen que ya es hora de pensar en una estrategia de ciberdefensa común para los pueblos de Nuestramérica. ¡Los países ALBA, Unasur y Celac tienen la palabra!
@hensaca
Caracas